Recorrido bíblico por la catedral de Notre Dame, la
Señora de París, donde el jorobado, al que por cierto no vi, padecía todo tipo
de vejaciones; donde una burguesía creciente, unida a un clero poderoso jugaron
un papel fundamental en su construcción; donde papas y jefes de estado han
elevado sus plegarias hacia el Dios cristiano, juez y salvador; donde simples
peregrinos observaban ensimismados aquel magnificente lugar; y donde nosotros,
turistas accidentales, diseccionamos en miles de fotografías sus más íntimos
secretos, intentando guardar en nuestra memoria esa visión de otros tiempos,
donde otros seres humanos cayeron rendidos, como nosotros, a sus pies.
Fuente personal