Ante el frío que se avecina empiezo a vislumbrar el confort de mi hogar. Las ventanas empiezan a entelarse, dando paso a ese cambio de temperatura, ansiado por unos y denostado por otros. Ayer conmemorábamos la castañada a pleno sol, con muertos que rondaban por calles y plazas en manga corta, hoy parece que el cambio es evidente, ya no hay vuelta atrás, el otoño se ha instalado entre nosotros.
Hola Antonia, la llegada del otoño siempre ha sido motivo de nostagia para mí. Días sombríos, frío, lluvia,y al final, se instala en mí un huésped; la tristeza.
ResponEliminaConfío que este año, motivado por la felicidad y sonrisa perenne de mi hija, que ha decidido emprender el vuelo. Ser libre. Nosotros, sus padres, aceptamos con entereza su decisión.
Un abrazo.
El otoño pasa y después el invierno, y cuando te quieras dar cuenta habrá llegado la primavera y el verano. Y vuelta a empezar. Así, creo sinceramente, que hay que gozar de cada momento. Vivir el día a día intensamente.
ResponEliminaBesos