¿Dónde estás? ¿Quién eres tú realmente? ¿Dónde está ese tú que yo vislumbré y que ha ido desapareciendo con el tiempo?
Aquel que todavía tenía sueños maravillosos conmigo, aquel que anhelaba esa vida en común, aquel que amaba sin fisuras. Aquel tú que compartía mi vida hoy está perdido dentro de si mismo, sin encontrar la salida, dormitando en un rincón, esperando huir de la prisión a la que le ha sometido la razón.
Por favor, vuelve, sé tú misma de nuevo, regresa a mí. ¡Te estoy esperando! ¡No dudes! Mis manos te sujetarán, mis brazos te arroparán y mis labios te besarán sin tregua.
¡Vuelve, sé tú misma!
Hola Antonia, !Qu,e texto tan bello, lleno de ternura! Enhorabuena, se me ha erizado el bello al leer tu escrito, tan cercano, tan generoso, tan cierto.
ResponEliminaUn abrazo,
Gracias mil por estar siempre ahí
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