El perfum del seu
cos niava en tota la cambra. Els seus braços enllaçats amb els meus. La seva
respiració, rítmica, eriçava els meus pits. Sentir-lo tan proper em deixava
surant en un mar de sensacions. No podia evitar desitjar que em tornés a
posseir i tornar a sentir entre les cames aquell sexe que creixia amb el
moviment compassat dels meus malucs. Era un delit compartit, la passió de dos
amants en el llit.
Quadre: Amants de Toulouse Lautrec
Es una pena que estas sensaciones tienen caducidad, porque las hacemos caducar.
ResponEliminaEnvidio quienes consiguen mantener la pasión despues de algunos o muchos años.
Hola Antonia, las emociones y los sentimientos no los podemos controlar. Y cuando existe ese deseo incontrolable se abren las barreras de lo prohibido.
ResponEliminaUn beso enorme.
Mantener viva una pasión no es tarea fácil y depende de nosotros, en la mayoría de ocasiones.
ResponEliminaSaludos
Es cierto, pero que emocionante es pasear por esos límites.
ResponEliminaUn beso
Si que es dificil mantener vivas las pasiones, pero es que nadie nos enseña que hay que cuidarlas dia a dia, como un rosal para que no se marchiten. Nadie nos enseña nada de la vida, lo descubrimos sol@s.
ResponEliminaLo bueno, es que podemos tener una segunda oportunidad y hacer los deberes bien hechos, ya que nos pilla con cierta edad y tenemos muy claro que queremos, pero sobre todo, lo que NO queremos.
Pues ni así lo tengo claro del todo (quiero decir con las segundas oportnidades), porque ya sabemos que el ser humano es el único animal que tropieza varias veces con la misma piedra.
ResponEliminaUn besazo