- ¿Fue así cómo pasó? ¿Estás seguro? No lo recuerdo exactamente. Los recovecos y veredas por donde nos lleva el tiempo y la mente parece que han dejado caer una pátina de polvo sobre aquellos momentos.
- ¡Así fue!, seguro
- - Pero, ¿estás completamente seguro de tú afirmación, seguro de que fue así? Lo cierto es que sigo sin tener una visión tan nítida de las cosas como pareces tenerla tú. No consigo ubicar ese episodio entre las neblinas que se abalanzan sobre mí, sólo pequeños destellos que dejan entrever algo, pequeños fragmentos de un todo, y jamás me atrevería a afirmar que sucedió tal y como lo acabas de relatar.
- ¡Así fue!, sin lugar a dudas.
- Pero piensa que nuestras percepciones, son eso, intuiciones que la mente acaba mezclando con otros sucesos y lo que tú ves completamente blanco puede tener sus matizaciones. ¿No tienes dudas sobre cómo fue?
- ¡Ninguna!, así sucedió.
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