¿Y por qué no vamos mañana a caminar un rato? sugirió Lucía, y tres valientes nos apuntamos, como los cuatro Mosqueteros, como los cuatro jinetes del Apocalipsis, y sin dudar quedamos a las ocho de la mañana. La intención, hacer un recorrido corto y a las nueve, aproximadamente, estar de vuelta en casa. La idea ir cogiendo algo de tono muscular. Ellas tres con una cierta costumbre, yo ni al lavabo voy andando. Iniciamos el recorrido con ganas, con una charla amena y divertida, cuando vino la primera encrucijada equivocamos el sendero y después de media hora sin ver salida alguna volvimos sobre nuestros pasos, todavía con ánimos. En la segunda bifurcación optamos por continuar por el camino más cómodo y más ancho y nos encontramos dando la vuelta al pueblo. Varios kilómetros sin parar, puesto que la previsión era de una hora y no llevábamos ni algo frugal que echarnos a la boca. Tres horas después todavía estábamos en danza, a un ritmo más pausado, puesto que yo me había convertido en un lastre, ¡y todavía marcaban 5 kilómetros para llegar a una de las calles de nuestro municipio! Sentada en un tocón del camino, sin posibilidad de mover ninguna articulación y con la lengua fuera, me había quedado. Pepa llamó a su marido que amablemente vino a recogernos. Un día aciago, al menos para mí. Ellas insisten que el próximo domingo será más suave y tranquilo, pero yo tengo los pies que no sé si son míos o los he dejado en préstamo para una maratón. Ampollas y demás desastres que no es necesario detallar cubren mis dedos. Ahora tan sólo me queda darme una ducha y estirarme en la cama. Mañana veremos en qué estado me levanto, de momento ni moverme, no vaya a ser que me rompa.
Saludos a los caminantes.
Fuente fotografía: El caminante sobre el mar de niebla de Friedrich
Muy bueno Antonia! Descansa y coge fuerzas para la próxima que tenemos que coger algo de tono muscular!
ResponEliminaUn beso!
Lucía
Enhorabuena. Si puedes entrar en el "mundo del caminar" no lo dejes pasar, pues te llenará. Yo lo descubrí seriosamente hace 6 años. Este año he podido hacer Castellar-Montserrat (por coincidir fechas, la segunda vez) y la satisfacción es total. Las ampollas ya te sanarán.
ResponEliminaBienvenida al club del caminar.
Gracia a ambas por vuestro apoyo. Si no hay más remedio lo seguiremos intentando.
ResponEliminaUn beso
Y tanto, seguiremos intentandolo sino el tono muscular se nos quedará en el camino.
ResponEliminaNos vemos el domingo a las 8...unas buenas botas, un buen desayuno para no desvanecer, un camino seguro, una buena conversación con sus risas y la mejor compañia...la vuestra!
Descansa y cuidate mucho.
Besos
Pues venga, quedamos para el domingo.
ResponEliminaGracias y besos
Me encantaria apuntarme. Pero me lo apunto. Si es posible cuando este allí, me encantaría dar una vueltecita con vosotras.
ResponEliminaHasta pronto.
Bezozs
Pues ya lo sabes, cuando estés aquí, si seguimos caminando, te apuntas.
ResponEliminaUn beso
Antonia me alegra saber que ya perteneces a este gran club,
ResponEliminaten en cuenta que la vida es muy larga y algun trozo habrá que hacerlo andando... Un beso y un abrazo de tu admiradora
Maria, desde Bigues i Riells.
Maria, es un placer darte las gracias y saber que estás también ahí.
ResponEliminaNos vemos el lunes.
Un beso muy fuerte