Como el barco que desaparece en la niebla del
pasado, ha cerrado su ciclo el 2012. Llevamos dos días en el nuevo año y nos
hemos convertido ya en navegantes insolentes que huyen hacia un futuro
incierto. Los días antiguos se han quedado anclados en la historia y
ahora necesitamos surcar otras rutas que nos abran nuevos horizontes, aquéllos
que nos permitan forjar leyendas, transformar los sueños en realidad,
atravesar los pórticos del renacimiento y saborear las transformaciones.
¡Bienvenidos al 2013!
Imagen: personal
Siete mares he surcado
ResponEliminasiete mares color azul
yo soy nave
voy navegando
y mi vela eres TÚ
La esperanza, jamás se pierde, los malos tiempos pasarán,
ResponEliminapiensa que el futuro es una acuarela y tu vida un lienzo
que colorear.
Bonita canción, llena de optimismo, y éste ha de ser el camino que me gustaría recorrer contigo, con vosotros.
Hola Antonia, Hemos de dejar a un lado lo vivido porque ya es pasado. Hemos experimentado momentos para reír y también para llorar, pero esto, ya está en nuestra memoria.
ResponEliminaAhora debemos centrarnos en abrirle la puerta al recién 2013 y aceptar con esperanza, optimismo y una gran dosis de positividad lo que nos depara. Deseo que un gran porcentaje de estos 365 días, sean portadores de bondad, generosidad y de sueños realizables.
Un abrazo.
Esperemos que sea así, y que este nuevo año, a pesar de tener el 13 entre sus filas (sólo para supersticiosos), nos depare toda suerte de alegrías.
ResponEliminaUn abrazo