Aquel conjunto de mentes anhelantes buceaban entre la sabiduría, intentando extraer de antiguas bibliotecas y viejas anotaciones el rigor necesario para presentar su nueva teoría. Análisis de antiguos pensamientos, enajenadas reconstrucciones, fabulosos paradigmas universales que habían de solucionar uno de los secretos mejor guardados de la humanidad. En su busca desaparecieron los albores, la madurez y la senectud de sus vidas, comprendiendo al fin la vacuidad de esa cacería.
Fuente cuadro: La fuente de la juventud de Lucas Cranach el Viejo, 1546
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