
Hablamos pues de una democracia donde no hay listas abiertas que permitan al ciudadano decidir entre los diputados, apenas conocidos entre la población a excepción del cabeza de lista; donde se aplica el denominado sistema d’Hondt (no sabemos si el más adecuado), según el cual se eliminan aquellas candidaturas que no alcancen un porcentaje mínimo del 3% en sus demarcaciones; donde las cifras, a pesar de la austeridad, no dejan de asombrar a los neófitos en estos conceptos y estas elecciones nos han costado 124 millones de euros, según datos del Ministerio del Interior; donde el número de votantes ha aumentado pero el número de votos ha disminuido; donde…
Noche de elecciones, creo que finalmente pasaré de tanto dato y debate y veré una película que me anime ante tanta hipocresía constitucional.
Fuente del dibujo:El periódico de Tucumán
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ResponEliminaGracias, me hace mucha ilusión recibir vuestros comentarios.
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