En la terraza del edificio, entre sábanas recién
lavadas, jugaban dos jóvenes a encontrarse. El aroma del aire cálido enardecía
sentimientos y volaban nuevas pasiones. Sus
cuerpos encontraron caricias recíprocas y sus labios ansiaban expresar lo que
acallaban los besos. Entre telas albares y esencias virginales descubrieron aquel
placer, recuerdo que les acompañaría a lo largo de sus vidas.
Fuente: El beso de G. Klimt
Sencillo, suave, seductor.
ResponEliminaComo siempre
Gracias
ResponEliminaQué chulo! Me ha gustado felicidades.
ResponElimina(Interpretación comercial: Para que luego digan que los olores no juegan un papel importante -me refiero al suavizante-)
Muy amable.
ResponEliminaA través del olfato podemos retener los aromas de forma sorprendente y todavía recuerdo a mi madre tendiendo las sábanas y dejando que se orearan al sol (no era necesario ni el suavizante, ni la secadora, ni nada de todo esto), luego metía las narices entre la ropa y me quedaba aquel olor maravilloso a limpio.