El deseo, la pasión, el odio, la venganza, los celos, el amor, y un sinfín
de sentimientos humanos que nos atenazan al árbol de la vida. Lilith frente a
Adán y Eva. La decisión personal frente a la dominación de los dioses.
Quadro: El árbol de la vida de G. Klimt
Y ganan los dioses por goleada. No sabemos mantener en nuestra memoria las sensaciones que vas descubriendo y los sentimientos se hacen añicos.
ResponEliminaNo tiene porqué, debemos sobreponernos y disfrutar de todos esos sentimientos que nos inundan cada día, porque sin eso no somos nada.
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