Gronxant-nos en
la pietat del fat, bressolant-nos en la futilitat del destí, busquem les ombres
fugisseres de l’amor. Buidem el nostre temor i enlairem els sentiments esperant
ansiosos que una tarda ell vingui i ens acaroni. Voregem camins de sorra,
caminem amb passes tremoloses i confiem que sigui per sempre, però ell és
efímer i trencadís, capritxós i luxuriós i, de vegades, morim esgotats en la seva recerca.
Fotografia: canalcocina.es
Necesitamos dos grandes amores en nuestras vidas. El primero de juventud, jubiloso, ansioso, reproductivo.
ResponEliminaEl segundo de madurez, calmado, tranquilo, sosegado.
Eso es lo que veo a mi alrededor, que el segundo amor te llega con la madurez y la sabiduría de saborearlo completamente diferente.
Completamente de acuerdo.
Eliminaostres! entre un i l'altre costa poder tirar endavant, sort, que entre tu i jo, ja sabem que sempre tenim a pandora per seguir,anims fins d'aqui poc
ResponEliminaEso me recuerda a un bolero maravilloso que decía algo así como:
ResponEliminaAquí va mi explicación,
pues me llaman sin razón,
corazón loco
una es el amor sagrado
compañera de mi vida
esposa y madre a la vez
La otra es el amor prohibido
complemento de mis ansias
y a quien no renunciaré
y ahora puedes tú saber
cómo se pueden querer
dos mujeres a la vez,
y no estar loco
Creo que no exprese bien.
ResponEliminaDos amores separados, el primero hasta los 50 más o menos (divorcio). El segundo el que vives de forma diferente, una mirada, una caricia, un beso, un TE QUIERO.
Te complementa más un paseo tranquilo que una sesión de sexo.
Qué bonita forma de expresar ese segundo amor. Es cierto que al madurar vemos las cosas de forma diferente y ese TE QUIERO puede tener ¡tanta fuerza!
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