Dónde están aquellos suspiros a contraluz, dónde aquellas fantasías
iniciáticas, en qué lugar quedaron aquellas exuberantes ilusiones, ¿acaso
olvidados ya? ¡No!, pero nos robaron la inocencia, quedando entelada por los vahos
incipientes de otros seres que como tú y yo naufragan en el laberinto de
asfalto, sometidos por el cáncer de la soledad y sucumbiendo a las miradas
turbadoras del tiempo. Aún así seguimos intentando arañar a la vida algunos instantes donde la candidez llene de nuevo ese hueco insondable de la desazón.
Cuadro: La inocencia del día, Pascal Furlan
Fantástico, besos y buen verano!
ResponEliminaMuchas gracias. Igualmente para ti.
ResponEliminaUn beso