Entre los retorcidos olivares vagan las sombras paganas de aquéllos que vivieron sobre esta costra terrenal. Transitan caminos empedrados mientras arrastran consigo el dolor de siglos. Nadie sabe de su deambular, nadie sospecha su recorrido, tan sólo son testigos, los olivares retorcidos.
Cuadro: Olivar con cielo azul, Vincent Van Gogh, 1889
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